
En Córdoba también hay un candidato impuesto por Morena, acusado de enriquecimiento ilícito.
La violencia política en Veracruz continúa escalando, ahora con un giro alarmante: Germán Anuar “Napo” Valencia, candidato de Morena por el municipio de Coxquihui, fue asesinado este martes 29 de abril al mediodía, justo en el inicio oficial de las campañas electorales. Lo grave no termina ahí: la Fiscalía General del Estado reveló que el hoy occiso estaba presuntamente vinculado con dos homicidios cometidos la semana pasada en los municipios de Coxquihui y Espinal.
El ataque se registró en su casa de campaña, dejando además cinco personas heridas, entre ellas una niña de 10 meses y un adolescente de 17 años. El candidato fue trasladado al Hospital de la Comunidad de Entabladero, donde se confirmó su fallecimiento a las 12:15 del día.
Lo más preocupante: según la Fiscalía, Morena permitió que alguien con presuntas ligas a dos asesinatos llegara a ser candidato. Esta es la segunda vez en la semana que una víctima de homicidio es señalada por la FGE como probable implicada en delitos graves.
Y no es un caso aislado. En Córdoba, otro aspirante impulsado por Morena enfrenta señalamientos por enriquecimiento inexplicable, pero aún así se mantiene en la contienda. La pregunta se impone: ¿cuál es el filtro de Morena para seleccionar a sus candidatos?
