
Esta mañana, el Vaticano fue escenario de un momento crucial para la Iglesia Católica: la quinta congregación general de cardenales comenzó a las 9:00 horas con una emotiva oración, marcando un nuevo paso hacia la elección del próximo Papa.
Más de 180 cardenales participaron en la sesión, de los cuales poco más de un centenar tienen derecho a voto en el inminente Cónclave. Tras la oración, los purpurados realizaron el rito del juramento, conforme a la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, y renovaron la Congregación Particular del Camarlengo. En este proceso, el Cardenal Reinhard Marx fue confirmado como coordinador del Consejo para la Economía, mientras que Luis Antonio Tagle y Dominique Mamberti fueron elegidos por sorteo como nuevos asistentes.
El Cónclave arrancará el 7 de mayo
Durante la sesión se registraron cerca de 20 intervenciones, abordando temas clave para el futuro de la Iglesia: la relación con el mundo contemporáneo, los desafíos de la evangelización, el diálogo interreligioso y la urgente necesidad de enfrentar los casos de abuso. Además, se discutieron las cualidades esenciales que debe tener el próximo Pontífice para guiar a la Iglesia en tiempos de profundos cambios.
Finalmente, se confirmó que el esperado Cónclave iniciará la mañana del 7 de mayo, con la celebración de la Santa Misa pro eligendo Romano Pontifice en la Basílica de San Pedro. Posteriormente, los cardenales se trasladarán a la Capilla Sixtina para dar inicio a las votaciones que determinarán al nuevo líder de la Iglesia.
Preparativos y meditaciones
Mañana a las 9:00 horas, el Abad de San Pablo Extramuros, Dom Donato Ogliari, O.S.B., ofrecerá la primera meditación previa al Cónclave, siguiendo las directrices marcadas por la Constitución Apostólica.
La congregación de hoy concluyó a las 12:25 horas y, mientras tanto, los preparativos en la Capilla Sixtina avanzan para acoger uno de los momentos más solemnes del catolicismo.
Las congregaciones generales continuarán diariamente a las 9:00 horas, con excepción del jueves 1 y el domingo 4 de mayo, salvo cambios dispuestos por la Congregación de Cardenales.
Con la mirada del mundo puesta en Roma, el Vaticano entra en una fase decisiva que marcará el futuro de la Iglesia Católica.
