
Yessica Martínez A.
El Buen Tono
Orizaba, Ver.- La opacidad, la censura y ahora la negligencia criminal en el manejo de la fauna exótica definen la administración de Juan Manuel Diez Francos en Orizaba.
Este jueves, personal de la Presidencia Municipal dejó en claro a nuestra reportera que no habría entrevista con el Alcalde, pese a que la solicitud abordaba temas de alto interés público -el funcionamiento de la Clínica Animal, el Centro de Bienestar Animal, la Unidad de Manejo Ambiental (UMA) y el manejo de recursos municipales-.
La respuesta de sus colaboradores fue tan cínica como reveladora: “Si tu patrón tuviera otra perspectiva, sí te abriría un espacio, pero como es El Buen Tono, pues no”. No fue por agenda llena ni por falta de tiempo: Fue una represalia abierta contra la crítica. Un veto inadmisible que confirma el estilo autoritario de un Alcalde que confunde el servicio público con la propiedad privada.
Mientras la puerta se cierra para la prensa libre, los hechos de negligencia florecen: Perros envenenados y por si fuera poco “Skippy”, el canguro mantenido en cautiverio en la UMA de Orizaba, murió en circunstancias indignantes. Según fuentes internas, “Skippy” fue víctima de una atención deficiente y de una decisión irresponsable: Fue puesto en un área donde convivía con lobos, pese a su frágil estado de salud.
La muerte de “Skippy” no es un hecho aislado. Es el resultado directo de la improvisación, del desdén y de la ausencia total de protocolos profesionales en el manejo de la fauna a cargo del Ayuntamiento. Un crimen de omisión que hoy mancha aún más a una administración caracterizada por la soberbia y el desinterés por el bienestar animal y la rendición de cuentas.
Juan Manuel Diez Francos no gobierna: Administra su pequeño feudo a espaldas de la ciudadanía. Utiliza los recursos públicos como negocio personal, manipula la información, ¡Calumnia! Señalando que lo extorsionan y que tiene el video, pero no muestra nada, quedando así como difamador.
Desde El Buen Tono advertimos: No seremos cómplices del silencio ni de la corrupción disfrazada de modernidad. Seguiremos señalando cada abuso, cada omisión y cada muerte que intenten ocultar, porque informar es nuestro deber y el derecho del pueblo.
