Orizaba, Ver.- La negligencia que impera en la Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA) de la Reserva Animal del Río Orizaba alcanzó un nuevo y vergonzoso nivel, dejando en evidencia el completo abandono por parte de las autoridades municipales.
Visitantes reportaron con indignación que, en la jaula de los cuyos, varios ejemplares adultos devoraban a una cría sin que nadie del personal interviniera. La escena, presenciada por varios niños que visitaban el lugar, no solo fue brutal, sino profundamente perturbadora, dejando en claro que el espacio que debería educar y sensibilizar sobre la vida silvestre se ha convertido en un espectáculo de horror y desidia.
El responsable de esta área, el médico veterinario zootecnista Sergio Paul Hernández Hernández, sigue en su cargo pese a múltiples señalamientos de maltrato y abandono animal. Sin embargo, el verdadero problema va más allá: la indiferencia del gobierno municipal, que ha tolerado y encubierto estas irregularidades, demuestra que, para las autoridades, la conservación de la fauna y el bienestar de la niñez no son una prioridad.
Lejos de ser un santuario para las especies, la Reserva Animal se ha convertido en un reflejo del desgobierno: animales mal alimentados, jaulas en condiciones deplorables y prácticas de manejo indignas, mientras las autoridades presumen, en discursos vacíos, su supuesto compromiso ambiental.
La indignación ciudadana sigue creciendo, y con razón. Padres de familia exigieron consecuencias reales y no solo simulaciones para acallar críticas. “¿Qué clase de enseñanza reciben nuestros hijos cuando el mismo gobierno permite estos actos de crueldad?”, cuestionaron visitantes que fueron testigos del lamentable suceso.
