
AGENCIA
San Cristóbal de las Casas, Chis.- En un hecho inusual, el nuevo arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, José Francisco González, recorrió este viernes varias calles de la capital chiapaneca a bordo del papamóvil utilizado por el Papa Francisco durante su visita a Chiapas en 2016, generando sorpresa entre ciudadanos y desatando una “ola” de críticas en redes sociales.
Acompañado de sacerdotes, vehículos de la arquidiócesis y escoltado por patrullas y motocicletas de la policía, González -de 58 años y originario de Yahualica de González Gallo, Jalisco- se trasladó desde la parroquia de Santa Cruz, en la colonia Terán, hasta la Catedral Metropolitana de San Marcos. Durante el recorrido, automovilistas y peatones se mostraron sorprendidos al ver la caravana y al arzobispo, quien vestía un sombrero tipo texano, en el emblemático vehículo adaptado para el sumo pontífice.
Pese al despliegue, muchos feligreses desconocían la identidad del personaje que viajaba en el papamóvil. La escena provocó opiniones divididas en redes sociales, donde usuarios cuestionaron el uso de un símbolo reservado para el Papa. “Soy católica y esto me parece política barata”, escribió una internauta, mientras que otra comentó: “¿A Jesús le gustaba que lo afanaran? De mal en peor vamos”.
El papamóvil, una camioneta adaptada especialmente para la visita del Papa Francisco a los municipios de Tuxtla y San Cristóbal de las Casas en febrero de 2016, quedó en resguardo de la arquidiócesis tras aquella histórica jornada.
José Francisco González fue designado arzobispo de Tuxtla el pasado 26 de febrero por el Papa Francisco, y tomó posesión de su cargo este 25 de abril, durante una misa a la que asistieron cientos de feligreses. Anteriormente se desempeñaba como obispo de Campeche, cargo que ocupó desde 2013.
La arquidiócesis de Tuxtla fue elevada a tal rango el 25 de noviembre de 2006 mediante la bula Mexicani populi, firmada por el Papa Benedicto XVI, y actualmente tiene bajo su jurisdicción las diócesis de San Cristóbal de las Casas y Tapachula.
¡Hay bufones en todas las organizaciones! ¡Cuánta soberbia!
