Redacción
Córdoba, Ver.25 de abril del 2025.— El discurso de la “nueva política” vuelve a quedar en ridículo.
Movimiento Ciudadano presenta como aspirante a la alcaldía a Samanta Vicentinni, una figura sin trayectoria, sin arraigo y sin propuestas, pero con un apellido que sí ha sabido facturar, aunque sea a costa del erario y de obras de mala calidad.
Samanta es hermana de David Vicentinni Luna, dueño de Vicentinni Construcciones S.A. de C.V., una empresa con un historial turbio en zonas como Coetzala donde ha sido señalada por entregar infraestructura deficiente, trabajos inconclusos y presupuestos inflados.
Ahora con la participación en la búsqueda de la alcaldía pretenden extender ese modelo a Córdoba y otros municipios, colándose a través de una candidatura decorativa cuyo único objetivo es abrirles las puertas del poder municipal para repetir el negocio.
La empresa mantiene una cédula estatal vigente hasta febrero de 2025, pero aparece inhabilitada para el cobro de cheques, lo que levanta sospechas sobre su situación legal y financiera, y más aún, sobre el interés de meterse a la política municipal sin transparencia.
Detrás de esta jugada está también el alcalde de Coetzala, Alejandro Hernández García, quien lejos de cuidar los intereses del pueblo, abre el paso a intereses familiares y constructoras cuestionadas, disfrazadas de proyectos ciudadanos. Su cercanía con Movimiento Ciudadano confirma que hay acuerdos silenciosos y pactos que buscan perpetuar el uso político de los recursos públicos.
Esto deja en claro que no se trata de una una candidatura joven como se anuncia, si no de un intento más de convertir la administración pública en negocio familiar.
