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Región.- “En la región se carece de un solo trayecto que sea seguro para transitar sin riesgos. La diferencia entre un accidente grave y llegar bien a casa está en la prudencia”, manifestó Adrián Gómez, motociclista.
Añadió que el casco, las protecciones, y no exceder el número de ocupantes, son esenciales para salvar vidas.
Por su parte, Odette Cruz, comentó: “A veces pensamos que nunca va a pasar nada, que el camino es corto, o que vamos con confianza, pero un segundo de distracción puede cambiar todo. Yo siempre digo a mis amigos que más vale llegar tarde, que no llegar nunca”.
Conducir una motocicleta implica asumir una gran responsabilidad, se requiere conciencia, prudencia y compromiso con la vida de alguien, y la de los demás, añadió la entrevistada.
El uso del casco, el respeto a las normas de tránsito, la moderación en la velocidad, y la limitación de pasajeros son recomendaciones obligatorias, que pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte, declaró.
