
En pleno siglo XXI, enfermedades que creíamos bajo control, como el sarampión, la meningitis y la fiebre amarilla, están resurgiendo con fuerza alarmante. La ONU, la Organización Mundial de la Salud (OMS), Unicef y la Alianza de Vacunas (Gavi) han lanzado una advertencia urgente en el marco de la Semana Mundial de la Inmunización: el progreso logrado durante décadas gracias a la vacunación está en riesgo.
🦠 Sarampión en aumento:
Solo en 2023, más de 10 millones de personas contrajeron esta enfermedad, lo que representa un aumento del 20% con respecto al año anterior. En los últimos 12 meses, 138 países notificaron casos, y 61 de ellos enfrentaron epidemias significativas, el número más alto desde 2019.
🌍 África bajo amenaza:
Los casos de meningitis y fiebre amarilla se han disparado en varias regiones africanas en 2024, reflejo del debilitamiento de los sistemas de salud y vacunación.
📉 Causas del repunte:
Este preocupante escenario se debe a una combinación peligrosa de desinformación sobre las vacunas, crisis humanitarias, crecimiento poblacional y recortes financieros internacionales, especialmente de potencias como Estados Unidos, que han reducido drásticamente su ayuda exterior.
💬 Una llamada de atención global
“Los recortes financieros que afectan a la salud mundial ponen en peligro logros conseguidos con tanto esfuerzo”, advirtió Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS.
“Ya hay casi 50 países con servicios de vacunación y vigilancia sanitaria interrumpidos, en una situación similar a los peores momentos de la pandemia”, agregó Catherine Russell, directora de Unicef.
📊 Niños en riesgo
En 2023, 14.5 millones de niños no recibieron sus vacunas rutinarias, una cifra que sigue en aumento año tras año desde 2019.
💉 La solución está en nuestras manos
Gavi hace un llamado urgente a la comunidad internacional: se necesitan al menos 9 mil millones de dólares para proteger a 500 millones de niños y salvar 8 millones de vidas entre 2026 y 2030. La cita clave será el 25 de junio en la conferencia de donantes.
🔔 La inmunización no es solo una herramienta médica: es un acto de responsabilidad global. La historia nos ha enseñado que cuando el mundo baja la guardia, las enfermedades aprovechan el descuido. Ahora es momento de actuar, no solo para recuperar el terreno perdido, sino para asegurar que el derecho a la salud llegue a todos, sin importar su lugar de nacimiento.
