
De la redacción
El Buen Tono
Después de más de tres años de tensiones legales, Agroindustrias Unidas de México S.A. de C.V. (AMSA) y un grupo de cafeticultores de la región de las Altas Montañas lograron poner fin de manera definitiva al conflicto jurídico iniciado en enero de 2022, mediante la firma de un convenio que privilegia el diálogo, la legalidad y el respeto institucional.
El acuerdo fue alcanzado tras un proceso de negociación en el que ambas partes coincidieron en la necesidad de superar las diferencias a través de mecanismos pacíficos y constructivos. La firma del documento contó con la presencia del titular de la representación estatal de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), Evaristo Ovando Ramírez, quien asistió en representación del secretario Julio Berdegué y fungió como testigo de honor. En su intervención, Ovando Ramírez expresó su beneplácito por la conclusión del diferendo, destacando que este entendimiento contribuye a fortalecer la estabilidad del sector cafetalero en el estado de Veracruz.
El conflicto tuvo su origen en una serie de afectaciones sufridas por el beneficio de café operado por AMSA en Ixhuatlán del Café, lo que llevó a la empresa a presentar denuncias penales contra algunos productores. Estas acciones legales derivaron en procesos judiciales que se prolongaron durante varios años, generando un clima de confrontación entre la empresa y los productores involucrados.
El convenio fue suscrito por el representante legal de AMSA, Jorge Carmelo Pérez Sanfilippo, y por los cafeticultores implicados en el proceso: Minervo Cantor Peña, Cirio Ruiz González, Crisanto Valiente Miramón, Abraham Cabal Pulido, Ambrosio Peña Castro, Telésforo Peña Castro, Judith Soledad Valerio Martínez, José Adolfo Herrera, Viridiana Bretón Feito —expresidenta municipal de Ixhuatlán del Café— y Fernando Celis Callejas, en su calidad de apoderado legal de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras (CNOC).
Ambas partes expresaron que el acuerdo representa una muestra clara de voluntad para cerrar este capítulo de desencuentros y trabajar, en adelante, por la mejora de las condiciones en la cafeticultura nacional. Coincidieron en condenar cualquier acto de violencia o agresión relacionado con este conflicto, al tiempo que refrendaron su compromiso de resolver futuras diferencias por la vía del diálogo, dentro del marco de la ley y con respeto irrestricto al Estado de Derecho.
