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Internacional.- Montjuic vivió una montaña rusa de emociones: de estar 1-3 abajo, el Barcelona acabó ganando 4-3 con un penal agónico convertido por Raphinha en el 90’+8’.
En un duelo que parecía escapársele de las manos, el FC Barcelona logró una de las remontadas más emocionantes de la temporada al vencer 4-3 al Celta de Vigo en la Jornada 32 de LaLiga. Con este triunfo, los blaugranas alcanzan 73 puntos y se distancian provisionalmente siete por encima del Real Madrid, que deberá enfrentar al siempre incómodo Athletic de Bilbao este domingo.
El héroe de la tarde fue el brasileño Raphinha, quien no solo asistió y marcó durante el segundo tiempo, sino que también convirtió el penal decisivo en el último suspiro del partido, tras una revisión del VAR por una falta sobre Dani Olmo.
El arranque fue prometedor para los culés con un gol tempranero de Ferran Torres al minuto 12. Sin embargo, una rápida respuesta del Celta de la mano de Borja Iglesias, aprovechando una salida en falso del arquero Szczesny, empató el marcador apenas tres minutos después. Iglesias no se detuvo ahí: firmó un ‘hat-trick’ con goles al 52’ y 62’, dejando al Barça tambaleando.
Pero la reacción local fue fulminante. Dani Olmo descontó al 64’ con un remate tras una asistencia de Raphinha. Solo cuatro minutos más tarde, el propio brasileño cabeceó al fondo de la red un centro de Lamine Yamal, que acababa de ingresar al campo, igualando el marcador 3-3.
La culminación llegó en el tiempo de compensación, cuando una jugada dentro del área terminó con Dani Olmo en el suelo. El árbitro, tras consultar el VAR, sancionó el penal que Raphinha convirtió con sangre fría en el 90’+8’.
Con 15 goles en su cuenta personal, Raphinha se consolida como el segundo máximo goleador del equipo, detrás del polaco Robert Lewandowski, quien no logró anotar esta vez pero sigue liderando la tabla con 25 tantos.
El equipo dirigido por Xavi Hernández necesitaba una reacción tras la derrota 3-1 sufrida en Dortmund a media semana, pese a que dicha caída no impidió su pase a semifinales de Champions. Una nueva decepción, esta vez en LaLiga, habría encendido las alarmas en el entorno culé.
