
AGENCIA
Nueva York.- La caída de un helicóptero turístico en el río Hudson el pasado jueves, que cobró la vida de cinco integrantes de una familia de origen español -incluidos tres menores- y del piloto, ha encendido nuevamente las alarmas sobre los antecedentes de seguridad de la empresa operadora, New York Helicopter Charter.
De acuerdo con una investigación publicada por The New York Times, la compañía ya había protagonizado incidentes previos que ponen en entredicho sus protocolos de mantenimiento y operación. En 2013, uno de sus helicópteros perdió potencia de forma repentina durante un recorrido turístico con una familia a bordo, obligando al piloto a realizar un aterrizaje de emergencia en el río Hudson. Dos años más tarde, otra aeronave de la misma empresa se estrelló poco después de despegar en el norte de Nueva Jersey; en esa ocasión, el piloto reportó que el helicóptero giró sin control antes de tocar tierra bruscamente.
El secretario de Transporte de Estados Unidos, Sean Duffy, informó que el helicóptero accidentado el jueves operaba dentro de una Zona de Reglas Especiales de Vuelo, lo que significa que no contaba con servicio de control de tráfico aéreo al momento del siniestro, una condición común en la densa y altamente transitada zona aérea que rodea Manhattan.
Actualmente, al menos 20 empresas ofrecen vuelos turísticos en helicóptero sobre Nueva York, con precios que van desde los 114 dólares por persona (unos 2 mil 300 pesos mexicanos), como lo ofrece la firma New York Helicopter Tours en el sitio Viator.
La Administración Federal de Aviación (FAA) y la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) han iniciado una investigación conjunta para determinar las causas exactas del accidente y revisar si hubo fallas técnicas, humanas o de supervisión en la operación del vuelo.
Mientras tanto, la tragedia ha reabierto el debate sobre la seguridad de los recorridos turísticos en helicóptero en una de las ciudades más congestionadas del espacio aéreo estadounidense.
