
El Senado de Estados Unidos ratificó este miércoles, con 49 votos a favor y 46 en contra, el controvertido nombramiento de Ronald Johnson como embajador en México, una decisión que marca un nuevo capítulo en la política exterior del expresidente y ahora aspirante presidencial Donald Trump.
Johnson, un exsenador republicano por Wisconsin y cercano aliado del expresidente, ya había ocupado el cargo de embajador en El Salvador durante el primer mandato de Trump. Ahora, asumirá la representación diplomática en México en un contexto complejo: en plena escalada de tensiones por la guerra comercial impulsada por Trump, cuyo impacto se extiende por toda América del Norte.
El magnate neoyorquino elogió públicamente la designación desde su red social Truth Social, señalando que: “Ron trabajará en estrecha colaboración con nuestro gran candidato a Secretario de Estado, Marco Rubio, para promover la seguridad y la prosperidad de nuestra nación a través de políticas exteriores sólidas que prioricen el tema de Estados Unidos”.
La llegada de Johnson podría significar un giro en la relación bilateral, especialmente en temas sensibles como migración, seguridad fronteriza y comercio. Analistas consideran que su perfil político y su historial conservador podrían endurecer el tono del diálogo con el gobierno mexicano.
Con esta designación, Trump fortalece su equipo diplomático de cara a su posible regreso a la Casa Blanca en 2025, dejando claro que busca mantener una línea firme y nacionalista en la política exterior estadounidense.
