Córdoba.- El acoso de inspectores de Comercio a los vendedores informales no sólo se da en las calles, sino en las redes sociales, al ejecutar el Ayuntamiento espionaje en los grupos de ventas diversas, creados por los facebookeros.
De acuerdo a cibernautas, los empleados del alcalde Tomás Ríos Bernal entran a los grupos, fingen ser compradores, citan a los vendedores en un lugar determinado para cerrar la compra, y ahí les decomisan la mercancía.
Lo peor es que nadie sabe en qué bodega almacenan la mercancía incautada, por lo que presumen se las roban los del área de dirección.
Expresaron los quejosos que lo que hacen los inspectores de Comercio es ilegal, ya que el comercio en línea no está regulado en ninguna ley municipal. Por lo anterior, exigieron al Alcalde que cese la represión contra esta legítima forma de ganarse la vida.