
De la Redacción
El Buen Tono
FORTÍN.- Un Policía Estatal fue detenido por su responsabilidad en el atropellamiento de María Islas Juárez, un ama de casa de 66 años y vecina de Tetelzingo, Coscomatepec. El hecho ocurrió el pasado miércoles 26 de marzo, cuando la patrulla que circulaba con dirección a Córdoba arrolló a la mujer a la altura del tianguis, dejándola tendida sobre el pavimento.
Al llegar al lugar, oficiales de la Guardia Nacional detuvieron al conductor de la patrulla y lo turnaron a la Fiscalía Regional de Justicia para que se determinaran sus responsabilidades. Sin embargo, el agente quedó en libertad bajo reservas de ley.
Por su parte, la señora Islas Juárez fue trasladada la tarde del jueves 27 de marzo a un sanatorio particular, donde posteriormente fue dada de alta.
DESORDEN Y
CORRUPCIÓN
Mientras la ciudadanía exige respuestas, el alcalde Gerardo Rosales Victoria está más ocupado en proteger a los ambulantes foráneos que han invadido calles y banquetas de Fortín. Vendedores procedentes de Hidalgo, Puebla, Tlaxcala y el Estado de México han convertido la vía pública en un mercado caótico, obstruyendo el tránsito peatonal y deteriorando la imagen urbana.
Sin embargo, el alcalde hace caso omiso, pues, de acuerdo a denuncias, recibe “moche” de 80 mil pesos por permitir esta ilegalidad.
A su lado, Ernesto Arteaga Quevedo, director de Desarrollo Económico, opera con la misma impunidad. No sólo facilita la invasión de comerciantes sin regulación, sino que incluso presume dentro del palacio municipal que su puesto está garantizado en la próxima administración, en caso de que Eduardo Alonso García Viveros gane las elecciones.
Tal actitud ha llevado a los empleados municipales a cuestionar el verdadero interés de estos funcionarios: enriquecerse aprovechando el desorden y la corrupción.
La complicidad entre Rosales Victoria y Arteaga Quevedo confirma que el gobierno municipal no está al servicio de los ciudadanos, sino de sus propios bolsillos. Mientras Fortín se ahoga en el caos del ambulantaje y la falta de control, las autoridades se benefician de acuerdos en lo oscuro. Los fortinenses merecen un gobierno que trabaje para el pueblo, no uno que se sirva de él.
