AGENCIA
Guerrero.- La impunidad y el abuso contra la biodiversidad han encontrado un nuevo escenario en las redes sociales. Un individuo identificado como “Luis Mi Padre Hermoso”, con presencia en plataformas digitales y ubicado en Ciudad Altamirano, Guerrero, se ha dedicado a promover la caza ilegal y la destrucción de ecosistemas con total descaro.
A través de sus publicaciones, este sujeto exhibe la depredación de fauna silvestre, desde el saqueo de nidos de pericos hasta la caza con resortera de tejones, armadillos, tlacuaches, coyotes y chachalacas. Incluso se jacta de destruir colmenas de abejas endémicas, un acto que no solo pone en riesgo a estas especies, sino que también compromete el equilibrio ecológico de la región.
Lejos de tratarse de simples actos irresponsables, estas acciones constituyen delitos federales tipificados en la Ley General de Vida Silvestre y el Código Penal Federal. El tráfico y la caza furtiva de especies protegidas representan una amenaza para la biodiversidad y atentan contra los esfuerzos de conservación en el país.
A pesar de la indignación ciudadana y las múltiples denuncias en redes sociales, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), dirigida por Mariana Boy, no ha emitido ninguna postura ni ha tomado medidas contra el individuo responsable. La omisión de las autoridades ambientales no solo permite que estos crímenes queden impunes, sino que envía un mensaje alarmante: en México, cualquiera con influencia en redes puede destruir ecosistemas y jactarse de ello sin consecuencias.
Si este caso sigue sin atenderse, Profepa estará sentando un precedente nefasto, debilitando la aplicación de la ley ambiental y fomentando la impunidad en la caza furtiva y el tráfico ilegal de especies. No se trata solo de un caso aislado; es un síntoma de la falta de compromiso gubernamental para proteger el patrimonio natural de México.
Este individuo debe ser detenido de inmediato y sancionado como corresponde por los delitos que está cometiendo. La Profepa debe coordinarse con las autoridades locales del municipio de Pungarabato.
No actuar en este caso haría de la Profepa cómplice por omisión.
Y todavía se le ocurre decir que se le tiene envidia, porque se está superando, “superando” a costa de animalitos, destruyendo toda la vida silvestre.
La ignorancia ecológica hace mucho daño al medio ambiente y al país. Esta persona debe estar tras las rejas.
