La reciente reanudación de las hostilidades entre Israel y la Franja de Gaza ha provocado una ola de reacciones internacionales que subrayan la complejidad y sensibilidad del conflicto en el Medio Oriente. El 18 de marzo de 2025, Israel lanzó una serie de ataques aéreos sobre Gaza, rompiendo el alto el fuego que se había mantenido desde enero, resultando en la muerte de más de 400 personas, incluidos mujeres y niños.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, justificó la ofensiva argumentando que Hamás se había negado a liberar a los rehenes y a aceptar las propuestas de mediación. En su declaración, Netanyahu aseguró que los bombardeos eran “solo el comienzo” de una campaña militar destinada a liberar a los ciudadanos israelíes secuestrados y a desmantelar la infraestructura de Hamás.
Reacciones internacionales ante el conflicto
La respuesta internacional ha sido contundente. El secretario general de la ONU, António Guterres, expresó su “conmoción” por los ataques israelíes, instando al restablecimiento del alto el fuego y la entrega de ayuda humanitaria sin obstáculos. El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, condenó el uso excesivo de la fuerza y advirtió que la violencia solo incrementaría el sufrimiento de una población palestina ya devastada por años de conflicto.
La Liga Árabe, por su parte, calificó los ataques como una “masacre” y acusó a Israel de desafiar la voluntad internacional al romper la tregua. Egipto y Catar, países mediadores en el conflicto, pidieron moderación y la reanudación de las negociaciones de paz. La Unión Europea lamentó profundamente la reanudación de las hostilidades, condenando las muertes de civiles y reiterando su llamado a la liberación inmediata de los rehenes por parte de Hamás.
Posiciones de grandes potencias
A nivel global, China expresó su preocupación por la escalada de violencia y exhortó a todas las partes a cumplir con el alto el fuego para evitar una mayor crisis humanitaria. Rusia, igualmente preocupada por el alto número de víctimas civiles, advirtió sobre el peligro de una nueva espiral de tensiones.
En el mundo árabe, Turquía e Irán no tardaron en condenar enérgicamente los ataques, con Ankara calificando la ofensiva de Israel como una fase más de su “política genocida”, mientras que Teherán responsabilizó a Estados Unidos por la continuación del conflicto en los territorios palestinos ocupados.
Arabia Saudí también se unió a las voces que condenaron los ataques, pidiendo una intervención internacional para frenar lo que denominó “crímenes contra los palestinos”. Desde el Reino Unido, se exigió la reanudación del alto el fuego lo más rápido posible, comprometiéndose a utilizar su influencia diplomática para facilitar una resolución pacífica.
Reacciones internas en Israel y la crisis humanitaria en Gaza
Internamente, la ofensiva ha generado críticas y protestas en Israel. Manifestantes en Tel Aviv demandaron el cese de las hostilidades y la reanudación de las negociaciones de paz, destacando el costo humano y moral que el conflicto ha tenido tanto para israelíes como palestinos. En Gaza, la situación humanitaria se ha deteriorado rápidamente. La Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) describió los ataques como un “infierno en la tierra”, informando que los hospitales están desbordados y carecen de suministros médicos esenciales.
Un futuro incierto
La comunidad internacional se enfrenta al desafío de mediar en una situación cada vez más volátil, donde las acciones militares de Israel y las respuestas de las partes involucradas pueden tener repercusiones significativas no solo en la estabilidad regional, sino también en la paz mundial. En este contexto, las presiones para lograr un alto el fuego efectivo y reanudar las negociaciones de paz se intensifican, pero el camino hacia una resolución definitiva parece más lejano que nunca.
