Un asombroso relato de supervivencia ha conmocionado a Perú. Máximo Napa, un pescador que pasó 95 días perdido en el Océano Pacífico, ha regresado a su país tras una odisea inimaginable en la que logró sobrevivir alimentándose de cucarachas, aves y tortugas marinas.
Napa había zarpado desde Marcona, en la costa sur de Perú, el pasado 7 de diciembre con provisiones para un viaje de dos semanas. Sin embargo, diez días después, un fuerte temporal desvió su embarcación, dejándolo a la deriva en alta mar sin posibilidades de regresar por sus propios medios.
Mientras su familia iniciaba una desesperada búsqueda, las patrullas marítimas peruanas no lograban hallarlo. Finalmente, el miércoles, un barco pesquero ecuatoriano lo encontró a más de 1,094 kilómetros de la costa, en un estado de deshidratación extrema y al borde del colapso.
“No quería morir”, confesó Napa tras reencontrarse con su hermano en Paita, cerca de la frontera con Ecuador. “He llegado a comer cucarachas, pájaros… lo último que comí fueron tortugas”.
Su fortaleza mental fue clave para su supervivencia, según relató. Pensar en su familia, y especialmente en su nieta de dos meses, le dio las fuerzas necesarias para resistir. Durante la travesía, Napa recolectaba agua de lluvia para hidratarse y enfrentó los últimos 15 días sin ingerir alimento alguno.
“Todos los días pensaba en mi madre. No tenía agua, solo con la lluvia llegué a vivir”, comentó visiblemente emocionado. “Dios es grande, Dios es hermoso”.
Su madre, Elena Castro, compartió con los medios la angustia que vivió mientras su hijo estaba perdido. “Yo le decía al Señor: que sea vivo o muerto, pero tráemelo, aunque sea para verlo”, dijo a TV Perú. Sin embargo, sus hijas nunca perdieron la esperanza y le repetían una y otra vez: “Mamá, él va a volver”.
Ahora, Napa se someterá a más evaluaciones médicas en Paita antes de viajar a Lima y reencontrarse con el resto de su familia. Su historia, marcada por la resistencia y la fe, es un testimonio de supervivencia que ha conmovido a toda una nación.
