Agencias
Una sobreviviente asegura que el rancho operaba como un centro de exterminio vinculado a desapariciones forzadas
México.- La desaparición de cinco jóvenes en Lagos de Moreno, Jalisco, el 11 de agosto de 2023, se convirtió en un símbolo de la crisis de seguridad en el estado. Roberto Olmeda, Diego Lara, Jaime Martínez, Dante Hernández y Uriel Galván fueron vistos por última vez en la Feria Lagos. Horas después, circuló un video estremecedor en redes sociales donde presuntamente eran obligados a cometer actos de violencia extrema.
Ahora, un nuevo testimonio sugiere que los responsables del caso estarían ligados al Rancho Izaguirre, un presunto centro de exterminio en Teuchitlán. En una entrevista con la periodista Ahtziri Cárdenas Camarena, Indira Navarro, líder del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, compartió fragmentos del testimonio de “María”, una mujer que afirma haber estado cautiva durante tres años en ese lugar.
“Los responsables eran de aquí”

En el testimonio, María describe el rancho como un sitio donde se cometían crímenes atroces con la presunta complicidad de autoridades del gobierno anterior. Afirma que las víctimas eran engañadas con ofertas de trabajo y, una vez dentro, forzadas a delinquir o asesinadas.
Sobre el caso de los jóvenes desaparecidos en Lagos de Moreno, María declaró:
“¿Recuerdan el caso de los jóvenes que fueron secuestrados en una feria y de los que no se supo nada después? Tuvieron que matarse entre ellos para poder sobrevivir… Bueno, pues los responsables eran de aquí, de los que ustedes están investigando, de ese rancho”.
Un testimonio que reaviva la indignación

María también reveló que en el rancho se llevaban a cabo prácticas de exterminio y tráfico de órganos, mencionando que muchas de las víctimas fueron menores de edad.
Este nuevo testimonio refuerza la hipótesis de que los jóvenes de Lagos de Moreno podrían haber sido llevados a ese sitio. Aunque la Fiscalía de Jalisco halló restos calcinados en una finca de la zona, la identidad de las víctimas aún no ha sido plenamente determinada.
A más de un año de su desaparición, las familias continúan exigiendo respuestas y justicia, mientras nuevos testimonios siguen revelando la magnitud del horror vivido en Jalisco.
