Efraín Hernández
El Buen Tono
Fortín.- Familiares, conocidos, amigos de Pablo, el joven boxeador de 19 años asesinado por un policía, y ciudadanos en general, marcharon ayer pacíficamente desde la colonia Ballinas hasta el palacio municipal, a fin de exigir justicia.
Con pancartas en mano, mostraron reclamos como: “Nos quitaron un amigo, a un boxeador con sueños y metas”. “Queremos años de cárcel para ese policía”, y “Ni uno más”.
Protesta
Al llegar al palacio municipal, los asistentes colocaron pancartas y fotografías en la fachada como símbolo de protesta. Pero el personal de guardia intentó intimidarlos, aunque finalmente optaron por resguardarse en el edificio.
Entre las consignas visibles destacaban frases como: “La lucha de pocos es por el futuro de muchos”, “Hoy fue Pablo, mañana podríamos ser nosotros”, y “Pablo debería estar estudiando, no enterrado y recordado”.
También desplegaron una lona en la entrada del edificio con la leyenda: “En memoria de Pablo Ortigoza 2005-2025”, y carteles, a fin de demandar seguridad para los deportistas.
Miedo
Vecinos expresaron su temor ante la llegada de los estatales.
Denunciaron públicamente amenazas del comandante municipal, quien ahora se desplaza encapuchado en las patrullas de Seguridad Pública.
Señalaron a Teresa del Niño Jesús, enlace del Mando Único, como la persona que dirige las acciones represivas en la zona.
Reclamaron al alcalde, Gerardo Rosales, que la destituyan, puesto que la comunidad desconfía de las autoridades encargadas de la seguridad.
Corrupción
El caso puso en entredicho la gestión del edil, quien guardó silencio frente a los reclamos de justicia.
Mientras tanto, el regidor de la Comisión de Seguridad, Orlando Rosas Sánchez, se mantiene al margen de la situación, sin pronunciarse sobre los abusos de la Policía Municipal que denunciaron ciudadanos en repetidas ocasiones.
La omisión, que también es corrupción, del gobierno municipal sólo intensificó la indignación y el temor entre los habitantes de Fortín. Cabe hacer notar que la protesta concluyó sin incidentes, pero con el firme compromiso de los asistentes de seguir alzando la voz hasta obtener justicia.
