AGENCIA
Seúl.- Este viernes, Corea del Norte emitió una fuerte advertencia a Corea del Sur y Estados Unidos, asegurando que ambos países “pagarán un precio terrible” por sus próximos ejercicios militares conjuntos, programados para la próxima semana. Pyongyang señaló que estas maniobras traería una “tormenta” que agravará la situación de seguridad en la península coreana.
La amenaza se produjo un día después de que los Ejércitos de los aliados anunciaran que el ejercicio anual Freedom Shield comenzará el lunes, con una duración de 11 días que incluirá tanto simulaciones por ordenador como entrenamientos de campo. El régimen norcoreano, a través de la Agencia Central de Noticias de Corea del Norte (KCNA), acusó a Seúl y Washington de modificar el ejercicio para que fuera “completamente equipado con todos los signos maliciosos”, y advirtió que esta acción provocaría una escalada en la seguridad regional.
“El Freedom Shield ha sufrido repetidamente sus peores modificaciones, completamente equipado con todos los signos maliciosos. Esto traerá pronto una tormenta que agravará la situación de seguridad en la península coreana”, indicó la KCNA. Además, Pyongyang señaló que los aliados aumentarán este año el número de ejercicios de campo a 16, frente a los 10 del año anterior, lo que, según el régimen, aumenta el “frenesí bélico” a niveles peligrosos.
Corea del Norte ha criticado repetidamente los ejercicios militares conjuntos entre Corea del Sur y Estados Unidos, considerándolos como ensayos para una invasión. Sin embargo, Seúl y Washington han insistido en que dichos ejercicios son de carácter defensivo y no tienen intenciones agresivas.
El artículo de la KCNA también agregó que los aliados “pagarán un precio horrible” por lo que calificó como ejercicios “descabellados e imprudentes”. Aseguraron que, como medida de autodefensa, Corea del Norte tomará las “acciones amenazantes más duras”.
Este jueves, Kim Yo-jong, hermana del líder norcoreano Kim Jong-un y poderosa figura dentro del régimen, ya había amenazado con una respuesta más intensa tras la llegada del portaaviones estadounidense USS Carl Vinson a Corea del Sur. Kim Yo-jong advirtió que Corea del Norte reforzaría su disuasión estratégica si Estados Unidos continuaba con sus manifestaciones militares contra el régimen de Pyongyang.
La tensión en la península coreana sigue en aumento, mientras los dos países continúan con sus ejercicios militares, y Corea del Norte mantiene su postura beligerante, condenando lo que considera una escalada de las provocaciones por parte de los aliados.
