Las autoridades de salud de Nuevo León han confirmado el primer deceso por tos ferina en la entidad, tratándose de un bebé de apenas mes y medio de edad. La noticia fue dada a conocer por la secretaria de Salud del estado, Alma Rosa Marroquín, quien alertó sobre el aumento de casos de esta enfermedad en la región.
La tos ferina es una enfermedad infecciosa altamente contagiosa que afecta principalmente a recién nacidos y menores de cinco años, comprometiendo gravemente el sistema respiratorio. Según Marroquín, actualmente hay 35 casos activos en Nuevo León, y la cifra podría aumentar, ya que la incidencia de la enfermedad está en incremento a nivel nacional.
Estrategias de prevención y vacunación
Para frenar la propagación de la tos ferina, las autoridades estatales han intensificado las estrategias de vacunación, instando a la población a mantener al día el esquema de inmunización. La vacuna pentavalente acelular, que protege contra difteria, tétanos, tos ferina, poliomielitis e influenza tipo B, es clave en la prevención y se aplica en cuatro dosis a los 2, 4, 6 y 18 meses de edad. Además, la vacuna DPT se administra como refuerzo a los 4 años.
Descenso en casos de neumonía
En paralelo, la secretaria de Salud informó que los casos de neumonía han disminuido en la entidad, situándose en 1,631. Marroquín destacó la importancia de la vigilancia epidemiológica y la relación entre estas enfermedades respiratorias y los niveles de contaminación ambiental.
¿Qué es la tos ferina y cuáles son sus síntomas?
La tos ferina es causada por la bacteria Bordetella pertussis y se transmite mediante secreciones respiratorias de personas infectadas. Los primeros síntomas incluyen secreción nasal, fiebre y tos ocasional, que posteriormente se intensifica y se vuelve persistente, dificultando la respiración y la alimentación. La característica más distintiva es una tos violenta con un sonido silbante al inhalar.
Esta enfermedad puede provocar complicaciones graves en bebés, incluyendo episodios de apnea, convulsiones e incluso la muerte. Su tratamiento incluye el uso de antibóticos y, en casos severos, el suministro de líquidos intravenosos.
Ante este panorama, las autoridades de salud reiteran el llamado a los padres de familia a vacunar a sus hijos y estar atentos a cualquier síntoma sospechoso. La prevención es la mejor herramienta para evitar nuevas pérdidas humanas a causa de esta enfermedad.
