Cada primer viernes de marzo, Catemaco, Veracruz, se convierte en el epicentro de una de las festividades más místicas de México: el Día de los Brujos. En 2025, esta celebración volverá a reunir a miles de personas en busca de rituales, energías y tradiciones ancestrales.
Un día de poder esotérico
El Día de los Brujos no es una fecha cualquiera dentro del mundo de la santería y el chamanismo. Se cree que este día se abren portales espirituales, lo que lo convierte en un momento ideal para realizar rituales de purificación y protección. Santeros, brujos, curanderos y chamanes llegan a Catemaco para ofrecer sus servicios y compartir sus conocimientos con quienes buscan sanación, amor, salud y prosperidad.
El sincretismo entre las creencias africanas y el catolicismo también está presente en estas prácticas, aunque esta festividad no es reconocida oficialmente por la Iglesia. Sin embargo, su cercanía con la Cuaresma ha reforzado su importancia en la región.
Rituales y celebraciones
Durante esta jornada, los visitantes pueden participar en distintos rituales:
- Limpias energéticas: para eliminar cargas negativas y atraer la buena suerte.
- Misas negras: pese a su nombre, no buscan hacer el mal, sino equilibrar energías y cortar malas influencias.
- Ceremonias de sanación y peticiones a los espíritus: en las que los participantes buscan protección y bienestar.
Controversia y protección animal
Uno de los aspectos más polémicos del Día de los Brujos es el uso de animales en ciertos rituales. Algunas prácticas incluyen sacrificios, lo que ha generado el rechazo de asociaciones protectoras de animales. En respuesta, albergues y activistas han hecho un llamado para evitar la adopción de perros y gatos, especialmente los de color negro o blanco, durante estas fechas. Además, recomiendan resguardar a los animales en situación de calle hasta que pase la celebración.
Una tradición que perdura
El Día de los Brujos en Catemaco sigue siendo un evento de gran atracción turística y cultural. Para muchos, representa la oportunidad de conectar con energías ancestrales, mientras que para otros es un día de curiosidad y exploración del mundo esotérico. Lo cierto es que, año con año, esta festividad sigue cautivando a propios y extraños con su aura de misticismo y tradición.
