De la Redacción
El Buen Tono
Amatlán.- La inseguridad prevalece en el municipio, pero los policías municipales carecen de armas. Además de que se niegan a realizar recorridos, aun cuando tienen patrullas, denunciaron habitantes inconformes.
De tal manera que los índices de delincuencia siguen siendo una preocupación constante para los habitantes, quienes enfrentan diariamente los riesgos de la violencia y la delincuencia.
Sin embargo, lo que agrava aún más la situación es la omisión de las autoridades locales, que preside Luis Arturo Figueroa Vargas, quien se ve imposibilitado para garantizar la seguridad de su población.
A pesar de contar con patrullas disponibles para los elementos, la realidad es que el personal carece de armas adecuadas para enfrentar las amenazas que constantemente rondan la localidad.
A lo anterior se suma la ausencia de recorridos de vigilancia, lo que deja a los ciudadanos vulnerable a los actos delictivos.
Las patrullas, que en teoría deberían servir para disuadir a los delincuentes, permanecen estacionadas, sin utilizarse de manera efectiva.
Este escenario refleja una alarmante falta de compromiso de la administración municipal, que, en lugar de priorizar la seguridad de los ciudadanos, optó por una actitud indiferente ante uno de los problemas más graves de la comunidad.
La gestión de Figueroa Vargas falla en dotar a los cuerpos de seguridad de lo necesario para su trabajo, pero también muestra una preocupante falta de estrategia para garantizar la tranquilidad de los habitantes de Amatlán.
La seguridad es un derecho fundamental de todos los ciudadanos, y el gobierno municipal tiene la responsabilidad de velar por ella. Sin embargo, en lugar de gestionar recursos para reforzar la seguridad, el alcalde esta desentendido de las necesidades reales de la población.
