AGENCIA
Internacional.- La vuelta de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos ha reavivado el interés por las tierras raras, un grupo de 17 elementos esenciales para la tecnología moderna y la transición a energías limpias.
El pasado viernes, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, rechazó firmar un acuerdo con Trump en la Casa Blanca para la explotación de estos minerales en su país. Ucrania posee el 5 por ciento (%) de las reservas mundiales de tierras raras y cuenta con importantes yacimientos de litio, grafito y titanio, especialmente en las regiones de Dnipropetrovsk, Luhansk y Donetsk, algunas de las cuales están bajo control ruso.
Trump pretendía que Estados Unidos obtuviera control o beneficios de la explotación de estos recursos como forma de compensación por los 120 mil millones de dólares otorgados a Ucrania en asistencia militar y económica. Sin embargo, el desacuerdo surgió cuando el mandatario estadounidense se negó a ofrecer garantías de seguridad a Ucrania para el fin de la guerra con Rusia.
El interés de Trump por las tierras raras ucranianas obedece a su intención de reducir la dependencia de China, que controla entre el 60 y 70% de la extracción mundial y el 90% del procesamiento de estos minerales.
Mientras tanto, el presidente ruso, Vladimir Putin, declaró que Rusia está dispuesta a atraer socios extranjeros a los territorios ocupados, los cuales albergan minerales valorados en 350 mil millones de dólares. La ministra de Economía de Ucrania, Yulia Svyrydenko, advirtió que Rusia podría utilizar estos recursos para fortalecer su industria militar y prolongar la guerra.
