
AGENCIA
Internacional.- El cambio climático avanza rápidamente, y sus efectos ya son evidentes en todo el mundo. Según un artículo publicado en Time, el 2023 fue el año más cálido registrado, superando por primera vez un promedio de temperatura global de 1.5°C sobre los niveles preindustriales.
Este incremento está modificando la duración de las estaciones, con proyecciones que indican que el verano podría extenderse hasta seis meses para finales del siglo XXI. Esto afectará la biodiversidad, la agricultura y la seguridad ambiental, según expertos como Akintomide Akinsanola, de la Universidad de Illinois Chicago.
El invierno también cambiará, con temperaturas más cálidas, pero precipitaciones más intensas, lo que aumentará el riesgo de inundaciones. En regiones propensas a la sequía, como el oeste de Estados Unidos, la prolongación del verano agravará los incendios forestales.
La agricultura enfrentará ciclos de siembra y cosecha más complicados, mientras que la evaporación de fuentes de agua dulce intensificará las sequías. Además, el calor extremo impactará la salud, aumentando enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
A pesar de estos cambios, aún es posible mitigar los efectos del calentamiento global mediante inversión en infraestructura resiliente y reducción de emisiones. Sin acciones concretas, el clima del futuro será irreconocible y traerá desafíos sin precedentes.
