Para muchos, los Tazos fueron más que simples discos coleccionables: fueron un símbolo de infancia, una fiebre escolar y una revolución en el mundo del marketing. Aparecieron en México en los años 90 y se convirtieron en el juego favorito de niños y adolescentes. Pero, ¿qué hay detrás de su creación? ¿Cómo surgieron y quién fue el genio detrás de su éxito?
El Origen de los Tazos
La historia de los Tazos comienza con Sabritas, la empresa mexicana de botanas que buscaba una forma innovadora de atraer a los consumidores. Pedro Padierna, entonces vicepresidente de marketing, junto con Fabián de la Paz, idearon una estrategia basada en el coleccionismo, inspirándose en las tarjetas de fútbol de su infancia.
Durante un viaje a Nueva York, Fabián de la Paz descubrió los POGs, unos discos de cartón muy populares en Hawái desde los años 30. Pensando en adaptar esta idea para el mercado mexicano, Sabritas perfeccionó los discos haciéndolos más aerodinámicos y atractivos para los niños.
El Nacimiento del Nombre “Tazos”
El nombre “Tazo” proviene de “Taconazo”, un juego popular en México donde los niños pateaban tapas de botellas con el tacón del zapato. Esta referencia cultural le dio identidad al nuevo producto.
Para hacerlos aún más atractivos, Sabritas adquirió los derechos de los Tiny Toons, una serie animada muy popular en ese momento. En 1995, los Tazos con personajes de Tiny Toons llegaron a las bolsas de Sabritas, Ruffles y Cheetos.
El Impacto y Expansión de los Tazos
El éxito fue inmediato. Los recreos escolares se llenaron de niños compitiendo con sus Tazos, usando la fórmula de “Tira, voltea y gana”. Pronto, Sabritas llevó la fiebre de los Tazos a otros países, incluyendo Sudamérica, Asia y Australia.
Con el tiempo, surgieron nuevas ediciones: Tazos metálicos, lenticulares y hasta de franquicias como Pokémon, consolidándolos como un fenómeno global.
Tazos Hoy: Un Objeto de Colección
Aunque su popularidad disminuyó con los años, los Tazos siguen siendo un objeto de culto. En plataformas como Mercado Libre, algunas colecciones alcanzan precios elevados, convirtiéndose en tesoros nostálgicos para muchos.
Lo que comenzó como una estrategia de marketing se transformó en un legado de la cultura pop mexicana y mundial. Los Tazos no solo marcaron una generación, sino que también demostraron el poder del ingenio y la creatividad en la publicidad.
