Belén.- El presidente de Cuba, Raúl Castro, exigió ayer a Estados Unidos que cese su bloqueo económico a la isla y advirtió que La Habana no va a hacer concesión política alguna en el proceso abierto de normalización de relaciones con Washington.
El bloqueo debe cesar, consideró el Presidente cubano, y defendió el principio de no injerencia en los asuntos internos de un país y el derecho inalienable de cada pueblo a elegir su propio sistema político.
En nombre de ese mismo principio, Castro expresó su solidaridad y apoyo a Venezuela, así como al Gobierno de Nicolás Maduro y manifestó una enérgica condena a “la continua intervención externa” que, según consideró, sufre ese país.
Además de reiterar su respaldo a la revolución bolivariana en Venezuela, repudió “los ataques de los fondos especulativos” contra el Gobierno de Cristina Fernández en Argentina, cuya reivindicación de soberanía sobre las Islas Malvinas ambién respaldó.
El presidente cubano tuvo palabras de apoyo igualmente para el Gobierno de Rafael Correa y su demanda contra la petrolera Chevron por los daños causados por esa multinacional a la “anatomía medioambiental” de Ecuador.
Castro se refirió a Puerto Rico para calificar de “inadmisible” su estatus político y defender su independencia.
El gobernante cubano atacó duramente “el armamentismo” de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN, a quienes acusó de querer llevar sus dominios a la frontera con Rusia, país que defendió de las “injustas” sanciones internacionales de que es objeto.
En un discurso de aproximadamente una hora, Castro agradeció al presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, su decisión de invitar a Cuba a la próxima Cumbre de las Américas, hecho que constituyó la antesala de la decisión de Estados Unidos de normalizar sus relaciones.
Denunció que Latinoamérica y el Caribe son la región del mundo con mayor
desigualdad social
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