Efraín Hernández
El Buen Tono
REgión.- La violencia en el país sigue siendo un problema alarmante que requiere un abordaje integral. Especialistas y líderes sociales han coincidido en que la educación y la cultura son factores clave para reducirla, ya que influyen directamente en la formación de valores desde la infancia.
Arturo Contreras Nudes, presidente de la Unión de Iglesias Evangélicas, señaló que la violencia no sólo es un problema de seguridad, sino también de formación.
“Debemos fortalecer la educación en valores, desde el hogar hasta las escuelas. No podemos dejar que nuestros niños crezcan sin un marco ético claro”, afirmó.
Uno de los principales retos es el cambio cultural, pues aún persisten prácticas que fomentan la falta de respeto a la dignidad de las personas y refuerzan actitudes machistas arraigadas en distintos sectores de la sociedad. Estas conductas, que van desde las zonas urbanas hasta comunidades rurales e indígenas, se transmiten muchas veces desde la niñez.
En el ámbito educativo, la eliminación de materias como civismo y ética en las escuelas ha debilitado la enseñanza de valores fundamentales para la convivencia.
Además, en muchos casos, la educación de los menores recae en abuelos o cuidadores que no siempre cuentan con una formación integral en valores, lo que deja vacíos en su desarrollo.
“No podemos delegar toda la responsabilidad a los docentes. Los padres de familia tienen un papel fundamental en la formación de sus hijos. Necesitamos un esfuerzo conjunto para reconstruir el tejido social y fomentar una cultura de paz”.
Ante esta situación, el ministro de culto hizo un llamado a reforzar una educación que fomente el respeto y la dignidad de todas las personas. Para ello, se propone un esfuerzo coordinado entre padres de familia, escuelas, medios de comunicación, iglesias y organizaciones no gubernamentales, con el objetivo de reconstruir una cultura que promueva la paz y erradique la violencia desde sus raíces.
