Este sábado, un autobús de color verde protagonizó una tragedia en la región de Quebrada Seca, en San Vicente, El Salvador, al caer por un barranco en la carretera Panamericana. El accidente dejó un saldo de un muerto y al menos 30 personas heridas. El autobús, que se salió de la carretera, quedó volcado varios metros abajo en una zona boscosa, a la altura del kilómetro 75.
Según informes oficiales de la Secretaría de Presidencia de El Salvador, los servicios de emergencia se movilizaron rápidamente al lugar, donde atendieron a los heridos, algunos de los cuales fueron trasladados en camillas a un lugar seguro para recibir atención médica. Varias ambulancias también llegaron al sitio para apoyar en el rescate de las víctimas.
Este lamentable accidente es el segundo en menos de una semana en Centroamérica. El pasado lunes, otro autobús se desplomó por un barranco en Guatemala, provocando la muerte de 55 personas. Ambos incidentes han desatado una reflexión sobre los peligros en las carreteras de la región, poniendo en evidencia la urgente necesidad de mejorar las medidas de seguridad en el transporte público y en las rutas de alta circulación.
Las autoridades de El Salvador continúan investigando las causas del accidente, mientras se hace un llamado a reforzar las medidas preventivas para evitar más tragedias en el futuro. La comunidad internacional también está atenta a este tipo de siniestros, buscando soluciones a los problemas de infraestructura y seguridad vial en Centroamérica.
El dolor de las familias afectadas resuena en toda la región, mientras se espera que se tomen medidas concretas para mejorar la seguridad y prevenir nuevos accidentes.
