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Internacional.- En una medida sin precedentes, el gobierno de Estados Unidos ha anunciado una nueva estrategia para erradicar por completo a los cárteles y organizaciones criminales transnacionales. Según un memorando emitido el 5 de febrero de 2025 por la oficina de la fiscalía general, esta política busca transformar el enfoque de seguridad nacional, dejando atrás la contención del narcotráfico para centrarse en la eliminación total de estos grupos.
El documento, firmado por la fiscal general Pam Bondi, destaca que la administración actual considera insuficiente la simple interrupción del flujo de drogas como el fentanilo. En su lugar, propone un endurecimiento de las medidas contra los líderes criminales mediante la aplicación de cargos por terrorismo, crimen organizado y delitos capitales.
Redirección de recursos y eliminación de trabas burocráticas
Como parte de esta estrategia, el Departamento de Justicia suspenderá ciertos requisitos administrativos para acelerar la persecución de estas organizaciones. Además, las fuerzas conjuntas JTF Vulcan y JTF Alpha recibirán nuevas misiones, enfocándose en grupos como el Tren de Aragua, la MS-13, el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación.
Asimismo, se priorizará la deportación de individuos de bajo nivel dentro de estas estructuras criminales en lugar de procesarlos penalmente, con el fin de concentrar los esfuerzos en los altos mandos de estas organizaciones.
Tensión con México y el impacto en la región
La nueva estrategia podría generar tensiones con países como México, donde operan la mayoría de estos grupos. Anteriormente, designaciones similares han sido vistas como una justificación para intervenciones más agresivas en la región. No obstante, el gobierno estadounidense sostiene que la eliminación total de estos cárteles es esencial para garantizar la seguridad nacional y frenar la crisis del fentanilo en su territorio.
Este cambio en la política de combate al crimen organizado marca un giro radical en la estrategia de seguridad de Estados Unidos, dejando claro que la mitigación ya no es suficiente: la eliminación total es ahora la meta.