AGENCIA
EEUU.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dejado abierta la posibilidad de una incursión militar en México, con el objetivo de combatir a los cárteles de la droga. Esta afirmación surge tras la firma de una orden ejecutiva el lunes, que clasifica a importantes grupos criminales mexicanos, al Tren de Aragua y a la pandilla MS-13, como organizaciones terroristas.
Durante una conferencia en el Despacho Oval, Trump fue cuestionado sobre las implicaciones de esta decisión y si podría llevar a acciones militares en territorio mexicano. Su respuesta ha generado gran controversia: “Podría pasar, han pasado cosas más extrañas”.
La medida sitúa a estas organizaciones al mismo nivel que grupos terroristas como Al-Qaeda y el Estado Islámico, y prohíbe a empresas y ciudadanos estadounidenses brindarles apoyo material. En el decreto firmado por Trump, se establece que los cárteles representan una amenaza directa para la seguridad nacional de Estados Unidos, operando como “entidades cuasi gubernamentales” en algunas regiones de México.
El documento enfatiza que los cárteles controlan gran parte del tráfico ilegal en la frontera sur de EE.UU. mediante violencia extrema y terror. Además, se señala que el crimen organizado ha expandido sus operaciones al tráfico de personas, generando ingresos millonarios.
La designación también incluye al Tren de Aragua, una banda criminal originaria de las cárceles venezolanas, y la pandilla salvadoreña MS-13, mientras que el gobierno de Trump ha ordenado la deportación inmediata de cualquier individuo considerado miembro de estas organizaciones.
Expertos advierten que esta política podría tener graves repercusiones tanto para los migrantes como para las empresas estadounidenses que operan en México. En este contexto, se estima que el 45% de los negocios con lazos entre ambos países han reportado haber sido extorsionados por grupos criminales.
La reciente decisión de Trump añade un nuevo nivel de tensión a las relaciones entre México y Estados Unidos, con sus declaraciones interpretadas como una amenaza directa a la soberanía del país vecino.