Efraín Hernández
El Buen Tono
Córdoba.- Los señalamientos contra el Hospital General Córdoba (Yanga) se intensifican tras la renuncia de Fabiola Ivette Guerrero Martínez como administradora, en un intento por deslindarse de las graves irregularidades atribuidas a su gestión. Su salida, confirmada con un mensaje de despedida al personal, ocurre en medio de acusaciones de desvío de recursos, nepotismo y acoso laboral que han llevado al centro médico a una crisis. A pesar de esto, el director Roberto Carlos García permanece en el cargo, amparado por la Secretaría de Salud de Veracruz, que hasta ahora ha mostrado indiferencia ante las denuncias.
Trabajadores y pacientes han denunciado la falta de insumos básicos, equipo médico inservible y la carencia de especialistas, lo que pone en riesgo la vida de cientos de personas que dependen del sanatorio. Empleados aseguran que Carlos García ha ignorado las quejas y permitido que la administración se maneje de manera opaca, mientras la dependencia estatal, lejos de intervenir, lo protege en lugar de buscar soluciones para los problemas de la institución.
Ante esa situación la comunidad de la región ha manifestado su indignación, exigiendo una auditoría integral y la destitución del director, al que acusan de ser cómplice de las irregularidades de Guerrero Martínez. “Es un descaro que el director siga en el cargo como si nada pasara, mientras nosotros sufrimos por falta de medicamentos y atención adecuada. ¿Dónde están las autoridades? ¿Por qué no hacen nada?”, cuestionó un ciudadano afectado.
La renuncia de Guerrero Martínez refleja los problemas profundos que enfrenta el nosocomio, pero la raíz del conflicto se mantiene intacta mientras los responsables no actúan.
