Agencias
México.- Cristóbal Penadillo, maestra de 27 años, fue encontrada sin vida el 15 de enero en Lima, Perú, tras ser reportada como desaparecida desde el 31 de diciembre. Su cuerpo estaba enterrado a 57 centímetros bajo tierra en la casa de su expareja, Roberto Carlos Palomino Romero, quien era el principal sospechoso del crimen. La habitación donde la ocultaron había sido previamente revisada por la policía, pero el hallazgo tardó debido al posible uso de químicos. Palomino, detenido para declarar, murió en la comisaría en circunstancias no esclarecidas, presuntamente por suicidio.
Cámaras de seguridad mostraron a Palomino agrediendo a Leyla en la vía pública antes de ingresar juntos a la vivienda, donde posteriormente se encontró el cuerpo. Palomino tenía un historial de denuncias por violencia física y psicológica contra mujeres, lo que refuerza el antecedente de su conducta violenta. Según la necropsia, Leyla murió por asfixia mecánica, lo que confirma el feminicidio, mientras expertos analizan los detalles del caso para esclarecer los hechos.
La familia de Leyla, representada por la abogada Maribel Yacupoma, sostiene que Palomino no actuó solo y podría haber contado con ayuda de un vecino cercano y un familiar. La policía halló un pico en la vivienda que habría sido utilizado para cavar la fosa. Las investigaciones continúan para determinar la responsabilidad de posibles cómplices y lograr justicia para Leyla.