El líder opositor venezolano Edmundo González Urrutia, quien reclama su victoria en las elecciones presidenciales de Venezuela de julio pasado, ha confirmado su presencia en la investidura del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, programada para el 20 de enero de este año.
A través de un comunicado, el equipo de González Urrutia informó que el Gobierno de Estados Unidos, considerado por el opositor como un “gran aliado de la causa democrática venezolana”, extendió una invitación al que ellos consideran el “legítimo presidente” de Venezuela para asistir a la toma de posesión del republicano.
Una victoria que se celebra a nivel internacional
González Urrutia, reconocido por Washington como el ganador de las elecciones presidenciales venezolanas, aprovechará la ocasión para reunirse con miembros de la nueva Administración de Trump. El exembajador antichavista aseguró que utilizará todos los espacios posibles para defender “la voluntad de los venezolanos” y destacó el creciente apoyo internacional que recibe su lucha por la democracia en Venezuela.
Trump reafirma su apoyo a la oposición venezolana
El presidente electo Donald Trump ha mostrado en varias ocasiones su respaldo a González Urrutia y a otros líderes opositores venezolanos, como la exdiputada María Corina Machado. En una declaración reciente, Trump los describió como “luchadores por la libertad”.
Detalles de la investidura de Trump
La investidura de Trump, que marcará el inicio de su segundo mandato, comenzará el 18 de enero con una recepción en su campo de golf en las afueras de Washington. El 20 de enero, Trump jurará el cargo al mediodía en la escalinata del Capitolio, seguido de una serie de eventos oficiales. La ceremonia contará con un impresionante despliegue de fuegos artificiales, y el presidente firmará sus primeros decretos presidenciales en el mismo edificio.
Con una recaudación récord de más de 170 millones de dólares para los eventos de la investidura, Trump ha recibido donaciones de grandes empresas, como Amazon y Meta, para financiar la celebración de su regreso a la Casa Blanca.
Este evento, más allá de ser una celebración política para Estados Unidos, también será un punto clave en las relaciones internacionales, especialmente para los venezolanos que luchan por el cambio en su país.
