Agencias
El peso mexicano sufrió una fuerte caída de 1.35% este 16 de enero, cotizando en 20.7255 unidades por dólar, lo que lo convirtió en la moneda más afectada de América Latina. Este descenso fue impulsado por la incertidumbre generada por las políticas inflacionarias del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y la expectativa de que la Reserva Federal mantenga tasas de interés más altas. La posibilidad de que la Fed no recorte el costo del crédito, a pesar de los datos positivos de inflación y empleo en EU, ha incrementado la aversión al riesgo en los mercados internacionales.
Los datos económicos de Estados Unidos también influyeron en el comportamiento del mercado, como el aumento de las solicitudes de subsidio por desempleo, que alcanzaron las 217,000 solicitudes, y un crecimiento de las ventas minoristas en diciembre, lo que apuntala una fuerte demanda interna. Estos factores han generado cautela sobre una política monetaria más restrictiva en Estados Unidos, lo que beneficia al dólar frente a otras monedas.
A nivel regional, el real brasileño cayó un 0.2%, el peso chileno retrocedió un 0.73%, y el peso colombiano disminuyó un 0.47%. En contraste, la Bolsa Mexicana de Valores (S&P/BMV IPC) experimentó un ligero aumento del 0.01%, cerrando en 50,248.75 puntos. Sin embargo, las fluctuaciones en las monedas latinoamericanas siguen reflejando la incertidumbre global, particularmente por los posibles efectos de la política económica de Trump y las decisiones de la Reserva Federal.