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Internacional.- En 2015, Emilio Lozoya, entonces director de Pemex, sostuvo reuniones con Hunter Biden y sus socios de Burisma, una empresa ucraniana, para explorar la privatización de diversos activos de Pemex, más allá de la producción de hidrocarburos. Los correos electrónicos revelan que se discutió la privatización de plantas de coquización, hospitales y sistemas de telecomunicaciones, así como la creación de un consorcio con inversión ucraniana, estadounidense y mexicana.
Hunter Biden solicitó acceso a información privilegiada de Pemex, dispuesto a pagar hasta 350 mil dólares por ello. Además, se consideró impulsar la fintech E-Plata de Miguel Alemán Magnani como plataforma de pago para los empleados de Pemex.
A pesar de la renuncia de Lozoya en 2016, las negociaciones para privatizar Pemex continuaron con la participación de sus socios. Sin embargo, las gestiones generaron controversia por el acceso a información confidencial y el involucramiento de actores internacionales en procesos estratégicos de la empresa estata