Agencias
EU.- En medio de los devastadores incendios que azotan Los Ángeles, aproximadamente 900 presos de California están luchando contra el fuego.
Este programa voluntario permite a los reclusos trabajar como bomberos, a cambio de un salario mínimo de 27 dólares por jornada, comparado con los 85,000 dólares anuales que ganan los bomberos profesionales del estado. Aunque los presos pueden reducir sus condenas y recibir formación valiosa, enfrentan graves peligros, con más de 1,000 heridos en los últimos años y una tasa de mortalidad considerable.
Las críticas se centran en las condiciones de trabajo precarias y la escasa formación que reciben en comparación con los bomberos profesionales. A pesar de las controversias, muchos prisioneros ven este trabajo como una oportunidad de redención, aunque otros lo consideran una forma de explotación laboral.