Un enigma histórico ha sido resuelto tras nuevos análisis antropológicos: el cráneo encontrado en las ruinas de Éfeso (Turquía) en 1929 no pertenece a Arsinoe IV, hermana de Cleopatra, como se había supuesto por décadas.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Viena, dirigido por el antropólogo Gerhard Weber, ha desvelado que el cráneo en cuestión corresponde a un niño de entre 11 y 14 años que sufría trastornos patológicos del desarrollo. Los análisis genéticos han revelado que el joven tenía un origen italiano o cerdeño, desmintiendo las teorías previas que asociaban los restos a la antigua realeza egipcia.
El cráneo fue inicialmente identificado en 1929 como el de una persona de alto estatus, y debido a la cercanía con el período de muerte de Arsinoe IV en 41 a. C., surgió la hipótesis de que pudiera tratarse de ella. Sin embargo, tras el exhaustivo trabajo de los científicos, se concluyó que el cráneo pertenecía a un varón adolescente, en pleno desarrollo y con evidentes problemas dentales y craneales.
Este descubrimiento cambia por completo nuestra comprensión de los restos humanos de Éfeso y refuerza la importancia de la investigación moderna para resolver misterios arqueológicos. Los resultados completos han sido publicados en Scientific Reports.
¡Una vez más, la ciencia desafía nuestras creencias históricas!