Agencias
México.- En el kilómetro 49 de la autopista México-Cuernavaca, en Coajomulco, Huitzilac, Morelos, se reporta la venta de gasolina robada (huachicol) frente a una gasolinera que lleva más de tres años sin operar. Cada fin de semana, vehículos rotulados como “mecánico vial” resguardan bidones con combustible que venden a conductores que regresan a la Ciudad de México. Esta actividad ilegal se realiza sin temor, incluso con presencia de patrullas de la Guardia Nacional en las inmediaciones.
El fenómeno del huachicol en esta región no es nuevo. Entre 2017 y 2022, Morelos enfrentó un auge en tomas clandestinas en ductos de Pemex, alcanzando hasta 250 al año. Actualmente, los huachicoleros podrían estar abasteciéndose de tomas no detectadas o robando combustible de pipas. En Huitzilac operan al menos cuatro células criminales que, además del robo de gasolina, están involucradas en secuestros, tala ilegal y enfrentamientos violentos por el control del territorio.
La venta ilegal de huachicol no es exclusiva de esta autopista. En la México-Querétaro, por ejemplo, hay al menos 40 puntos de venta en un tramo de 4 kilómetros, donde el litro se ofrece hasta en 14 pesos, un 42% más barato que en gasolineras formales. A pesar de estos reportes, las autoridades enfrentan desafíos para frenar esta actividad que sigue afectando la economía y la seguridad de los municipios involucrados.