Madrid.- Un penalti transformado por el croata Mario Mandzukic, a la media hora, y un cabezazo de Raúl García, en los instantes finales, solucionaron con triunfo una tarde gris del Atlético de Madrid, reafirmado en la tercera posición con un partido mucho más valioso en el marcador que en el juego contra el Granada. El mexicano Raúl Jiménez entró de cambio al minuto 89.
No generó nada relevante en ataque el conjunto madrileño, salvo algún destello estupendo del turco Arda Turan, en todo el primer tramo del choque. el conjunto andaluz, en cambio, tuvo mayor movilidad a la
ofensiva de su equipo.
En una jugada en que Diego Godín salió con la pelota que terminó derribado en el área cuando preparaba su remate para el gol; un penalti sancionado sólo con amarilla ante las protestas de todo el equipo local, desde el terreno de juego al banquillo, con el argentino Diego Simeone.
No falló Mandzukic desde el punto de penalti. Su potente golpeo y su decimosexto gol del curso en esta temporada desenredó el duelo para un Atlético plano en sus acciones ofensivas, sin la precisión ni la movilidad ni la rapidez con la pelota que exigía su oponente, pero con una valiosa ventaja al intermedio sin apenas oportunidades. Ya no tuvo opciones de igualar el Granada. Para la vuelta del vestuario ya había mejorado su versión el Atlético, más intenso, más profundo y más decidido a terminar con el asunto del marcador. No quería dejar ninguna duda a la sorpresa. Por eso ya no concedió nada, apenas una veloz jugada de Lass. Ni una ocasión más.
Entre su absoluto dominio, el Atlético sentenció con un cabezazo de Raúl García en un viaje sin sobresaltos hacia un nuevo triunfo, vital para afianzar el tercer puesto y seguir en la carrera por el campeonato de Liga.
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