Efraín Hernández
El Buen Tono
REGIÓN.- La demora en la identificación y entrega de restos localizados en fosas clandestinas es un problema que intensifica el sufrimiento de los familiares de personas desaparecidas. Este año, grupos como Madres Luna han recuperado unos 30 cuerpos en la región central de Veracruz, pero enfrentan la espera de hasta tres años por parte de la Fiscalía General del Estado (FGE), encabezada por Verónica Hernández Giadáns, para devolver los restos a sus allegados.
Marcela Zurita, representante de Madres Luna, destacó que Córdoba, Omealca, Tezonapa, Motzorongo y Orizaba son puntos críticos donde han sido detectadas fosas clandestinas. Sin embargo, denunció que el departamento forense de la Fiscalía no ha mostrado eficacia en procesos de identificación, lo que prolonga la incertidumbre de las familias afectadas.
Esta semana, la Fiscalía entregó dos cuerpos encontrados hace más de un año en Córdoba y Omealca. Para la activista, estos retrasos evidencian desinterés e ineficacia de la Fiscala. “El tiempo que tardan los análisis forenses no se justifica frente al dolor de quienes sólo quieren dar sepultura digna a sus familiares”, puntualizó.
Durante la instalación del “Arbolito del Amor y la Esperanza” en el parque 21 de Mayo, con fotografías de desaparecidos, Zurita reiteró el llamado a las autoridades para cumplir con su deber. La falta de coordinación y respuesta efectiva de la Fiscalía, señaló, no sólo prolonga el daño emocional a las familias, sino que también refleja una grave omisión en la búsqueda de justicia.
Integrantes del Colectivo instaron a la titular de la FGE a acelerar los procedimientos y mostrar un verdadero compromiso con los derechos humanos, subrayando que el rezago perpetúa la impunidad en la que ha operado esa dependencia continuamente.