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Internacional.- En un foro organizado por la asociación ultraconservadora Turning Point en Phoenix, Arizona, Donald Trump reafirmó sus intenciones de intensificar la lucha contra el narcotráfico y la inmigración ilegal. El expresidente declaró que, de regresar a la Casa Blanca, designará a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas y emprenderá medidas inmediatas para expulsar a todos los miembros de pandillas extranjeras del país.
“Todos los miembros de pandillas extranjeras serán expulsados y designaré inmediatamente a los cárteles como organizaciones terroristas”, enfatizó Trump ante una audiencia entusiasta. La medida, según explicó, permitiría al gobierno estadounidense utilizar herramientas más agresivas contra los cárteles, incluyendo operativos de fuerzas especiales y ciberataques para debilitar sus operaciones.
Asimismo, anunció el lanzamiento de una nueva campaña publicitaria contra las drogas, con un enfoque particular en el impacto del fentanilo, una de las sustancias que ha causado estragos en la salud pública de Estados Unidos. Trump comparó esta iniciativa con la icónica campaña “Just Say No” de la ex primera dama Nancy Reagan en los años ochenta, y afirmó que se destinarán importantes recursos económicos para garantizar su impacto.
Aunque las propuestas han sido bien recibidas por sus seguidores, también han generado preocupación entre organizaciones de derechos humanos y sectores diplomáticos. En particular, la designación de los cárteles como entidades terroristas podría tensar las relaciones con México, cuyo gobierno ya ha manifestado su oposición a medidas similares en el pasado.
Por otro lado, la promesa de expulsar a pandilleros extranjeros ha sido criticada por defensores de los derechos de los migrantes, quienes temen que estas acciones resulten en discriminación y abusos hacia comunidades vulnerables. Sin embargo, Trump señaló que estas decisiones son necesarias para “restaurar la seguridad y el orden” en Estados Unidos.
La postura de Trump refleja una estrategia contundente que busca atraer el apoyo de votantes preocupados por la violencia relacionada con las drogas y la inmigración. No obstante, las implicaciones de estas políticas podrían repercutir tanto en la esfera doméstica como en las relaciones internacionales, especialmente con su vecino del sur.