AGENCIA
Nigeria.- El pasado sábado, dos trágicas estampidas durante distribuciones de alimentos dejaron al menos 32 personas fallecidas en Nigeria, evidenciando la severa crisis económica que enfrenta el país, caracterizada por una alarmante inflación en los precios de los alimentos.
El primer suceso ocurrió en Okija, estado de Anambra, al sur del país. Una estampida durante la entrega de alimentos resultó en la muerte de 22 personas, aplastadas por la multitud desesperada. Tochukwu Ikenga, portavoz de la policía local, expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y deseó la pronta recuperación de los heridos.
Horas más tarde, en Abuja, la capital de Nigeria, otro evento similar cobró la vida de 10 personas y dejó a otras 8 heridas. El accidente tuvo lugar cerca de una iglesia católica, donde se distribuían alimentos a adultos mayores y personas en situación vulnerable.
Estos trágicos eventos reflejan el impacto de una de las peores crisis económicas en la historia de Nigeria. La alta inflación ha disparado los precios de los alimentos, sumiendo a millones de personas en la desesperación.
Aunque las distribuciones de alimentos buscan aliviar esta crisis, la desorganización y la enorme demanda han convertido estos eventos en situaciones de alto riesgo para la población más necesitada.
Las autoridades nigerianas han lamentado las pérdidas humanas y se enfrentan al desafío de garantizar una distribución más segura y equitativa de los recursos en medio de una creciente tensión social.
