La Fiscalía General de la República (FGR) ha ejecutado una segunda orden de aprehensión contra Osiel Cárdenas Guillén, líder del Cártel del Golfo, por el delito de homicidio calificado de seis personas, entre ellas dos mujeres, ocurrido en 2007. El mandamiento judicial fue cumplimentado en el penal de máxima seguridad del Altiplano, en el Estado de México, donde Cárdenas Guillén se encuentra recluido.
De acuerdo con fuentes oficiales, el capo deberá comparecer ante un juez federal en las próximas horas para responder por este nuevo señalamiento. Al tratarse del sistema penal tradicional, Cárdenas tiene derecho a rendir su declaración preparatoria, aunque también puede optar por reservarse su derecho a declarar y solicitar la duplicidad del término constitucional para que se defina su situación jurídica.
Más de 700 años de prisión a la vista
Además de este proceso, Osiel Cárdenas enfrenta siete procesos penales federales en su contra por delitos como delincuencia organizada, delitos contra la salud, operaciones con recursos de procedencia ilícita, portación de armas de fuego, entre otros.
En total, si se suman las penas de todos los procesos, Cárdenas podría enfrentar una condena cercana a 730 años de prisión. Las órdenes de aprehensión pendientes, junto con las penas que resulten de los procesos reactivados, pondrían fin a la libertad de uno de los capos más poderosos y temidos de México.
Este caso destaca la persistencia del sistema judicial mexicano en continuar persiguiendo a los líderes del crimen organizado, a pesar de sus múltiples condenas y largas sentencias. La batalla por llevarlo ante la justicia continúa.