AGENCIA
Irán.- La árbitra iraní Mahsa Ghorbani ha decidido abandonar Irán debido a las amenazas que recibió tras ser designada para formar parte del equipo de arbitraje en un partido masculino. A pesar de que su rol iba a estar limitado al VAR, su nombramiento generó una fuerte reacción en un país donde la participación de mujeres en el fútbol masculino ha sido históricamente restringida.
Según reportes de medios iraníes, las amenazas recibidas por Ghorbani incluían posibles accidentes de tráfico y ataques con ácido, lo que llevó a la árbitra de 34 años a emigrar a un país europeo, aunque no especificó cuál. “Pocas personas imaginaban que Mahsa Ghorbani, una de las árbitras más exitosas de Irán, decidiera emigrar”, informó el diario Hammihan.
A principios de marzo, Ghorbani hizo historia al ser anunciada como la primera mujer en integrar un equipo de arbitraje en un partido de fútbol masculino en Irán. Sin embargo, poco después de su designación, la Organización de la Liga de Fútbol iraní comunicó su destitución, argumentando que era para evitar “posibles polémicas”.
En una serie de declaraciones a Hammihan, Ghorbani denunció que “agencias de seguridad” la amenazaron para que renunciara públicamente a su participación en el partido entre el Esteghlal y el Persépolis, el mayor derbi del fútbol iraní. “Al principio, me pidieron educadamente que me retirara del partido. Luego me pidieron que escribiera una carta diciendo que no estaba mental ni emocionalmente en condiciones para arbitrar”, explicó.
La situación escaló cuando se negó a cumplir con sus demandas, enfrentándose a amenazas que la obligaron a dejar el país. Ghorbani detalló que la presión se intensificó, con exigencias para que emitiera un mensaje grabado diciendo que estaba enferma. “Me dijeron: hoy irás a la sala del VAR, mañana arbitrarás en la banda y pasado mañana estarás en el centro del campo”, recordó.
La salida de Ghorbani se da en un contexto de creciente represión contra las mujeres en Irán, mientras el régimen se prepara para implementar una nueva ley que endurecería las penas para aquellas que no cumplan con el estricto código de vestimenta islámico. En 2019, se rompió un tabú de 40 años que prohibía la asistencia de mujeres a los estadios, aunque el camino hacia la igualdad en el deporte sigue siendo tortuoso.