Osiel Cárdenas Guillén, conocido como “El Mata-Amigos”, fue deportado este martes a México tras pasar 14 años recluido en Estados Unidos. El exlíder del Cártel del Golfo y fundador del grupo armado Los Zetas fue entregado a las autoridades mexicanas en Tijuana, Baja California, desde donde fue trasladado e ingresado al Centro Federal de Reinserción Social (Cefereso) Número 1, mejor conocido como “El Altiplano”, en Almoloya de Juárez.
¿Por qué es tan relevante su regreso?
La Fiscalía General de la República (FGR) informó que Osiel “N” enfrenta tres órdenes de aprehensión pendientes por delitos graves como homicidio calificado, delincuencia organizada y delitos contra la salud. Además, se reactivarán al menos siete procesos penales federales, en los que se le acusa de:
- Delincuencia organizada con fines de tráfico de drogas y recursos ilícitos.
- Operaciones con recursos de procedencia ilícita.
- Portación y posesión de armas y cartuchos de uso exclusivo del Ejército.
- Cohecho.
Por estas acusaciones, las autoridades estiman que podría enfrentar hasta 730 años de prisión.
Del mecánico a uno de los capos más temidos
Osiel Cárdenas Guillén no solo fue sucesor de Juan García Ábrego al frente del Cártel del Golfo, sino que transformó el crimen organizado en México. Según la investigadora Guadalupe Correa-Cabrera, en su libro “Los Zetas Inc.”, Cárdenas redefinió la estructura criminal al fundar Los Zetas a finales de la década de 1990, un grupo de élite conformado inicialmente por desertores del Ejército mexicano.
¿Por qué eran tan peligrosos?
- Eran militares altamente entrenados en contrainsurgencia y manejo de equipo especializado.
- Se convirtieron en el brazo armado del Cártel del Golfo, encargados de apoderarse de territorios y eliminar rivales.
- Según informes, recibieron entrenamiento militar en Estados Unidos, Israel y otros países.