El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, calificó de “muy amable, muy cálida y muy importante” la conversación telefónica que sostuvo con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, la noche del viernes. En el diálogo, ambos líderes abordaron la compleja situación en Oriente Medio, la guerra en Gaza y Líbano, y los esfuerzos de Israel para liberar a los rehenes de Hamás en Gaza.
Netanyahu destacó la necesidad de “completar la victoria de Israel” en los diversos frentes abiertos en la región. Aunque no reveló detalles específicos de la conversación, en un comunicado en video mencionó su enfoque en debilitar a Irán, enfrentar a Hizbulá en Líbano y llevar a cabo operaciones en Siria, un conjunto de acciones que, según el mandatario, buscan consolidar la seguridad del Estado hebreo.
Negociaciones en El Cairo: un posible alto el fuego
En paralelo a la llamada, representantes de Israel y Hamás sostienen conversaciones indirectas en El Cairo para intentar alcanzar un acuerdo de alto el fuego y la liberación de los rehenes en Gaza. Netanyahu, sin entrar en detalles, expresó su optimismo moderado: “Cuanto menos hablemos de ello, mejor, y con la ayuda de Dios, tendremos éxito”.
Desde que estalló la guerra en Gaza el 7 de octubre de 2023, ambas partes solo han logrado un acuerdo de alto el fuego en noviembre del año pasado. Dicho pacto permitió la liberación de 105 de los 251 rehenes capturados por Hamás a cambio de 240 prisioneros palestinos. Sin embargo, las negociaciones posteriores han sido infructuosas, y la situación continúa siendo crítica.
Polémica política y presión internacional
La gestión de Netanyahu ha enfrentado duras críticas de figuras políticas israelíes como Benny Gantz y el exministro de Defensa Yoav Gallant, quienes lo acusan de bloquear acuerdos de alto el fuego por intereses políticos. Pese a las acusaciones, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, aseguró hace tres días que Netanyahu está preparado para llegar a un acuerdo con Hamás y que Washington busca cerrar el pacto antes de fin de mes.
Por su parte, Donald Trump, quien asumirá la presidencia el próximo 20 de enero, advirtió a principios de mes que desataría un “infierno” en Oriente Medio si los rehenes no son liberados antes de su retorno al poder. Este contundente mensaje subraya la presión sobre ambas partes para lograr resultados concretos.
Un Oriente Medio en redefinición
El panorama en Oriente Medio sigue siendo volátil tras la caída de Bashar al-Assad en Líbano, un evento derivado del debilitamiento de Hizbulá, aliado clave del régimen sirio. Mientras tanto, Israel continúa persiguiendo una “victoria total” sobre Hamás, aunque enfrenta desafíos internos y externos en su búsqueda de estabilidad.
Con las negociaciones en curso y la creciente expectativa por el regreso de Trump a la Casa Blanca, la región está en un momento crucial. El futuro de los rehenes, la seguridad en la región y las relaciones entre Israel y sus vecinos dependerán de las decisiones que se tomen en las próximas semanas.
