Por años, Alejandro Fernández, conocido como “El Potrillo”, ha sido el centro de rumores y especulaciones sobre su orientación sexual. A pesar de ser considerado uno de los galanes más codiciados del medio artístico, sus arriesgados y modernos outfits, que han revolucionado la moda masculina, han alimentado las habladurías. Estos comentarios no son nuevos, pues incluso antes del fallecimiento de su padre, Vicente Fernández, ya se hablaba de que algo “diferente” ocurría con el intérprete de “Nube Viajera”.
Sin embargo, Alejandro nunca ha permitido que estas habladurías interfieran con su carrera ni con su vida personal, incluyendo su sólida relación con su novia Karla Laveaga, con quien comparte una historia de amor que ha perdurado por años.
“El Potrillo” enfrenta las especulaciones con humor
Recientemente, el cantante fue cuestionado de manera directa por un reportero sobre la posibilidad de experimentar una relación con otro hombre. Lejos de molestarse, Alejandro reaccionó con el carisma y humor que lo caracterizan:
“¡Ay cabr*n! Nunca había escuchado eso, pues que tengan ganas de darse conmigo es muy diferente”, respondió, arrancando risas entre los presentes.
Además, aprovechó para aclarar que todas las especulaciones sobre su sexualidad son rumores infundados.
“Yo soy muy derecho y curadísimo de espanto de todo lo que se diga o se haya dicho de mí”, sentenció, dejando claro que estas historias no le quitan el sueño.
¿Un legado de estilo cuestionado?
La relación entre Alejandro y su padre, Vicente Fernández, no estuvo exenta de controversias. Según la bioserie no autorizada del “Charro de Huentitán”, Vicente solía criticar el estilo de vestir de su hijo, calificándolo como femenino y poco acorde con los estándares tradicionales del mariachi. No obstante, Alejandro ha demostrado que su autenticidad y su sentido de la moda son parte de su esencia, desafiando estereotipos y rompiendo esquemas.
Con esta respuesta llena de humor y aplomo, Alejandro Fernández deja claro que su prioridad es su música y su vida personal, mientras sigue marcando tendencia en la moda y conquistando corazones, sin prestar atención a las habladurías.