El pasado mes de noviembre, Donald Trump se convirtió en presidente electo de Estados Unidos tras superar los 270 votos electorales, y desde entonces no ha dejado de ser noticia. Una de las formas más curiosas en las que su imagen ha impactado internacionalmente es a través de una figurilla que se ha convertido en la más vendida en España. Según palabras de la propia gente, este elemento les resulta diferente, inusual y hasta bonito.
¿Cómo es la figurilla de Trump que se vende en España?
La figurilla de Trump, fabricada por artesanos españoles, sigue una tradición catalana conocida como “caganer”. Estas figuras son hechas de barro y representan a personajes en una pose muy particular: con los pantalones bajados, en actitud de defecar. Trump se muestra con su clásico traje oscuro, camisa blanca y corbata roja; parece normal desde el frente, pero al darle la vuelta, se descubre la característica pose de los “caganers”.
Sergi Alos, director general de la tienda online Caganer.com, ha comentado que las ventas de estas figurillas reflejan los resultados electorales de Estados Unidos, diciendo, “Trump ha sido masivo, abrumador, igual que en las elecciones”.
¿Existen otras figurillas además de la de Trump?
Este año, la colección de “caganers” no solo incluye a Trump sino también a otras figuras prominentes como:
- El presidente francés Emmanuel Macron, en medio de una crisis de gobierno.
- El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky.
- El mandatario ruso, Vladimir Putin.
- El dirigente venezolano, Nicolás Maduro.
- El presidente argentino, Javier Milei.
- El futbolista francés y estrella del Real Madrid, Kylian Mbappé.
- El astro argentino, Lionel Messi.
- Además de personajes de la serie de éxito “El Juego del Calamar”.
Estas figuras, que originalmente eran pastores cómicos escondidos en los belenes navideños para divertir a los visitantes, han evolucionado para incluir a líderes mundiales y celebridades que han dominado los titulares recientemente. Aunque la figurilla de Trump destaca en ventas, su popularidad no es nueva; ya había sido una figura destacada tras su primer mandato presidencial.
Este fenómeno cultural no solo refleja la influencia global de la política estadounidense sino también cómo las tradiciones locales pueden adaptarse y satirizar eventos mundiales de manera única y humorística.