A partir del 15 de diciembre, Nueva York se sumará a un selecto grupo de estados que han adoptado leyes para combatir la crueldad animal. La nueva legislación, firmada en 2021 por la gobernadora Kathy Hochul, prohíbe la venta de perros, gatos y conejos provenientes de “puppy mills”, granjas de criaderos acusadas de mantener condiciones abusivas para los animales. Con esta medida, el estado busca frenar las prácticas de crueldad y fomentar la adopción de mascotas a través de refugios y grupos de rescate.
La ley representa un avance significativo en la protección animal, alineándose con los esfuerzos de más de 400 ciudades, pueblos y condados en todo EE. UU. que ya han implementado restricciones similares. Entre los primeros estados en adoptar esta prohibición se encuentra California, que en 2017 se convirtió en pionero en la lucha contra los criaderos comerciales.
Activistas y organizaciones de derechos de los animales celebran esta medida como una victoria para las mascotas y los refugios saturados. Según el Animal League Defense Fund, los animales en estos criaderos viven en condiciones deplorables, hacinados en jaulas pequeñas y sucias, privados de afecto y cuidados básicos. Las perras, forzadas a tener varias camadas al año, son desechadas cuando ya no pueden reproducirse, lo que provoca un ciclo de abuso y sacrificios innecesarios.
Esta ley no solo responde a la cruel realidad de los “puppy mills”, sino que también apunta a reducir la demanda de animales criados en condiciones inadecuadas. Rachel Bellis, directora de Asuntos Locales de PETA, afirmó que la prohibición llega “en buena hora”, especialmente en un momento en que los refugios de Nueva York están desbordados, con miles de animales esperando ser adoptados.
La medida también responde a un problema de salud. Los cachorros criados en estos establecimientos suelen presentar problemas congénitos debido a la mala crianza, lo que puede generar costosos tratamientos veterinarios y, en muchos casos, la muerte prematura del animal.
Con la nueva legislación, Nueva York se une a los esfuerzos por reducir las operaciones de criaderos comerciales y fomentar la adopción responsable. La fiscal general del estado, quien también apoyó la ley, destacó que esta prohibición “ayudará a poner fin a la peligrosa cadena de tiendas de mascotas” que perjudica tanto a los animales como a los consumidores.